VIII
El brillante sol seguía al grupo de chicas adolescentes, quienes paseaban por la playa buscando un lugar limpio donde comprar agua mineral.
-Lo más importante es estudiar...
-Es estar en gracia con Dios ..
-¡Miren eso! ¿Qué es?

Las jóvenes miraron para donde el bullicio las llamaba. Centenares de trabajadores marchaban por la calle lateral de la playa. Incansables gritaban, agitando sus banderas y pancartas.
-¿Por qué hacen eso?
-Deben ser de Moyano..
-No. Mi papá dice que son comunistas., gente violenta y autoritaria.
-¡Uh! Son comunistas. Mi abuela, la que vino de Italia después de la segunda guerra, dice que quieren sacarnos todo. Están en contra de la propiedad privada .

Intrigadas, siguieron la columna con precaución. No vaya a ser que las violen pensó la más fea mientras acariciaba, disimuladamente, su vulva. Intrigadas.

**********************************************************

El humo dominaba todo el cuartucho, lleno de filósofos.
-Alguien dijo una vez: “Dime de que te mofas y te diré de que adoleces”
-¿Acuerdas con esa frase?
-¡Por supuesto! Nunca cito frases que no comparta.
-¿?


************************************************

Extraño se muestra el universo cuando las odas que nos regala el viento murmuran mensajes de locura y redención, argumentos de rutas desiertas, y rocas presidiendo vanas recetas de televisión.
-¡Pobre barrilete! Se ha roto por tus malditos hálitos de vergüenza.
En penumbras, el mendigo caminó triste hacia el salón donde varias geishas esperaban ser elegidas. Todos, desnudos, fumaban. La rubia tomó su pene y nadie soñó la desesperación. Otra se acercó, lo tomó del brazo y le enseñó como el atardecer se disgregaba. Entonces él dijo:- No importa el tiempo.
-¿Entonces te animás?

El color regresó impiadoso. El mendigo tan solo nadó entre las nubes y punteó su caudal subterráneo. El viscoso elixir entró en su ser.
-Fiebre.
Casi deja de respirar. Quién sabe quién le perdonó la vida. Los espíritus siempre callan.