Sumer

"No silencian los silenciosos hasta el día del bullicio"

Sumerjo mis brazos en el asfalto y el vaho de brea asfixia las miradas urbanas. No digo nada. No vaya a ser que quienes doblaron las mangas se ofusquen por mi perseverancia. No digo nada y camino tambaleante hacia los juegos de T.E.G. y Rush, rocambole eléctrico y las pistas de autitos en el fondo de casa. No digo nada y medito sobre la monogamia, el alter ego(¿por donde andará Sebas?) y las pastillas que hacen mear rojo. No digo nada, esa melange de sordos y tuertos endulzan a los idiotas, no a mi.

Penetro las ancas de la marrana de turno y el elixir de mis entragnas ahoga su boca herpestosa. Finjo amor. No deseo lastimar sus ilusiones psicóticas o la medianera de sus noches expulsando parias de mitines parias. Finjo amor. Gólgota tatúa esfínteres de cascabel rosáseo y no ya tengo otra justificación. Finjo amor, y digo:-Yo también te amo.
Entonces vomito, prendo un cigarro y llueve tan mal que las ranas creen que son nieve.