Revelación, resignación o reflexión de una mañana de verano (2005)

Anoche vi imagenes entre sueños.
No podría decir que fue un sueño...tampoco una pesadilla.
No gocé...ni tuve miedo.
Al despertar no tuve ganas de orinar...ni abrí los ojos transpirado.
Entonces, si no fue sueño ni una pesadilla,
fue -a falta de drogas- una revelación.


Despertaba en una cama de hotel. No me importaba manchar las sábanas.
Mi cuerpo estaba inundado de yerba y harina.
Apareció un amor terminando y solo atiné a seguirla.
En el camino me extravié, solo buscaba calmar lo ánimos.
Finalmente llegué a la puerta y la encuentro con un viejo amor suyo.
Sonreí, le pego un cachetazo y me marcho. Me detiene,
me muestra su panza y me entrega una cinta de video.
Suspirando, sin dolor, regreso a mi cuarto, cambio de zapatos y observo. Nada.
Solo un film pornográfico.
¡Ah! Con algunas escenas de ella gimiendo como no recordaba.

Salgo de mi cuarto. Corro por el pasillo,
tropiezo con un muchacho de limpieza,
recuerdo que dejé la puerta abierta, grito "ascensor" y subo al séptimo.
Allí, junto a su puerta, ella, sonriendo junto a un simpático conocido.
Me observa, sigue sonriendo, ahora a carcajadas.
Yo -resignado- solo comprobando que los sueños
nunca se vuelven pesadilla...

Anoche ví imágenes entre sueños.
Cuando me levanté no estaba cansado.
Pero otra vez no pude bañarme.
Habían cortado el agua en los monoblocks,
y las vizcachas renegaban por su suerte.

(En un sandwich de jamón y queso,
la vaca colabora y el cerdo se compromete)