Madrugada del Sábado. (2000)

Niña del sol:
El alcohol recorre mis venas, la música aturde mis oídos y el dolor suena en mi corazón. Totalmente ebrio te escribo. Horrorízate si quieres, pero yo soy así, te quiero un montón, deseo besarte con pasión, puedo perder la razón.
Sé que tu vida es diferente, que no eres como yo. Sin embargo creo en la posibilidad de que construyamos algo.
Soy un ser perdido en un mundo que no puede aceptar, soy un ser que fue herido mil veces pero que igual avanza. Yo te quiero, no sabes cuanto te necesito, te quiero y te extraño.
Creo poder ayudarte, cuidarte, amarte. Sal de tu capullo, yo estaré. Eres un ángel que me hace bien.
(Mi cabeza da vueltas)
No te mentiré. Espero con ansiedad volver a verte. La vida es así. Hoy quiero estar contigo.
(Bebo otro trago de cerveza)
Mi libro mucho te dirá de mí. Ese soy yo, hoy y en la eternidad. Pareceré forro pero “Tómame o déjame”. Solo te ruego que rompas con la visión que esta sociedad te impuso. Vivo entre las miserias, el mal y la tentación, pero vivo.
(Enciendo otro cigarrillo para enlutar esta vulgar borrachera)
No sé que fue lo que te atrajo de mí, que te sedujo, pero igual te pido que no me olvides, no me mientas, que tus pies quieran caminar hacia mí, pase lo que pase.

Espera por mí.
J.
(Alguien que no conoces)

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