Habitan mi cráneo y seducen mi cuerpo, como estelas de Saturno que devora a sus hijos, ellas muestran gibas de pasibilidad, posibilidad y escapes rojos. Habitan mi cráneo y seducen mi cuerpo, como histéricos deseos dibujan cuando se borra y borran la pintura de canibales. Allí van, en el sendero de lo incestuoso, lo fatalista y lo platónico. Allí van, bang. La mediocridad se enfrenta con lo dinámico de la historia... y transición... con ellos... y bang.
(Agonizo. El sudor corre por mi sien...)
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