Augurio

El gato muerto en la esquina, sobre el asfalto, al anochecer, fue un mal augurio. Esa madrugada finalizó en un renault 12, gris, avenida de mayo con luces y una radio cualquiera con música cualquiera jugando a ser videoclip. Solo podía mirar mis zapatillas nuevas.

Mirar el paisaje era ligarme a la realidad, a mis sueños, y ya no quiero. Solo rogaba llegar bajo techo otra vez. Para bien o para mal, llegar a casa...y ocupar mucho mi cabeza. No quiero más hacer llorar a la gente...

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