IV. Diluvio

Azota las espaldas de Apolo la brutal lluvia, diluvio apocalíptico que nos centra entre las golpizas de los sentidos y las caricias de las aflicciones, nos centra murmurando condenas morales. ¿Pero cuál es la moral que cabe? la caja de pandora se cigne con ella adentro ¡y algunos pretenden juzgar! las tumbas solo son abiertas por los vivos ¡y pretenden hablar de autoganización! ¿Pero quién debe perdonar? si no todos se han atado a la brea derretida, han arrastrado sus pies cocinando huevos y orinado en garages de por ahí (porque ojos que no ven, corazón que no siente)... burlen, se burlen, la ventizca ingresa por las ranuras de la ventana y no cobran cobre para acabar. Burlen, se burlen, uno espera silencios tras lo mucho más y solo lee papeletas de nastalina. Burlen, se burlen, uno busca gritos bajo su pecho y solo lee padrenuestros de pagán. Burlen, se burlen, uno yace jarano frente a insepultas lanzas asustadas y solo lee vírgenes votantes... sin embargo tenso la soga, jalo los tiempos y río caudaloso. La rosa dormida en la escalera calla pero no cae, la porcelana llega cuando álguien checa labios ajenos, camino también destruyo y creo...creo que llegaré...
bang!!!

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