Ilusión, cruel ilusión
en un otoño de perenne melancolía,
donde el reloj no se detiene;
aunque lo golpee y golpee a martillazos,
no se detiene.
y sentarme bajo el tibio calor de un paraíso;
quise regresar las agujas en mi rostro
y fingir que recordaba las sonrisas,
pero no pude.
Camino y camino,
mirando atrás con desconfianza;
miedo a pasos silenciosos, miradas que se niegan;
a juegos embebidos, miradas que se pierden.
Pero callo más de lo que digo,
las palabras no hincharan de nuevo mi pecho;
pero callo más de lo que grito,
uno no grita, lo que otro, ya ha dicho.
Ilusión, dulce ilusión
en un otoño de perenne melancolía,
donde el reloj corre y corre,
derrumbando muertos
derrumbando histerias
derrumbando sueños
derrumbando…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
comentá si se te da la gana...